jueves, 24 de mayo de 2018
martes, 22 de mayo de 2018
CUENTO TRADICIONAL DE ANDALUCÍA "LA FLOR DE LILILÁ"
Había una vez,... en un reino muy
lejano, un rey que se puso muy enfermo. Por palacio habían desfilado
enfermeros, curanderos, hechiceros, magos,...y nadie encontró un remedio
que curara al enfermo. Un buen día apareció en palacio un hada que
decía saber cuál era la cura para la enfermedad del rey: necesitaban
conseguir la flor de la lila.
El rey, que ya lo había intentado todo, mandó al mayor de sus tres hijos en busca de esta flor, pues era su única esperanza. El hijo mayor cogió comida y bebida, se montó en un caballo y marchó. Después de varios días de cabalgar sin parar el hijo mayor se encontró con una viejecita miserable por el camino, y decidió parar a preguntar:
- ¡Oye, vieja!- dijo el hijo mayor.- ¿Tú no sabrás dónde puedo encontrar la flor de la lila?.
- ¡Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- contestó la anciana.
- ¡No!- gritó el hijo mayor y se alejó cabalgando.
Pasaban las semanas y el hijo mayor no regresaba, entonces con mucha pena el rey mandó a su hijo mediano a la búsqueda de la mágica flor. El hijo mediano cogió comida y bebida, se montó en un caballo y partió. Después de varios días de cabalgar sin parar el hijo mediano se encontró con una viejecita miserable por el camino, y pensó que sería buena idea parar y preguntar:
- ¡Buenas viejecita! Ando en busca de la flor de la lila, ¿me podrías ayudar?- preguntó el hijo mediano.
- ¡ Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- contestó la vieja.
- ¡No, me queda poca y es para mí!- dijo el hijo mediano mientras se alejaba.
Continuaron pasando las semanas sin noticias de los hijos mayores y el rey empeoró; entonces, muy disgustado, envió en busca de la flor al único hijo que le quedaba, el pequeño. El hijo pequeño cogió comida y bebida, subió en un caballo y se puso en marcha. Cuando llevaba varios días cabalgando se encontró en el camino con una miserable anciana y se paró a preguntar:
- ¡Buenos días! Mi padre está muy enfermo y ando buscando la flor de la lila, ¿podría ayudarme?.- preguntó el hijo pequeño.
- ¡Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- dijo la miserable anciana.
- Tengo agua, un poco de pan, un poco de queso y algo de carne, pero lo puedo compartir contigo.- contestó el pequeño hijo del rey.
Se sentaron juntos y compartieron todos los alimentos. Entonces la anciana le contó al niño que debía de seguir cabalgando por varios días hasta encontrar una gran cascada en la cima de la montaña. Bajo la cascada, detrás de la cortina de agua se hallaba la flor que buscaba. El hijo pequeño escuchó todo lo que le dijo la anciana y emprendió la marcha.
Al cabo de varios días, el hijo menor, encontró la cascada, trabajando muy duro, e intentando no caer al agua, consiguió la flor y muy contento se puso de regreso a casa, cuando por el camino se encontró con sus dos hermanos:
- ¡Mirad hermanos, mirad! ¡La he conseguido, he conseguido la flor!- gritaba de ilusión el hermano menor. Pero sus hermanos mayores, celosos de que el más pequeño hubiese conseguido la flor, y llenos de rabia y de odio arremetieron contra él, y uno de ellos en la pelea lo mató. Y entre los dos, con unas cañas que había en el camino lo enterraron. Volvieron a casa con la flor y el padre mejoró.
Un pastorcito que paseaba tranquilamente por allí se sentó junto a las cañas y tuvo la idea de hacer una flauta. Una vez acabada se dispuso a tocarla, y … al acercarse la flauta a la boca ésta empezó a entonar:
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
El pastor llegó al pueblo sin parar de tocar la melodía. Y comprobó que tenía propiedades curativas … pues un cojo que paseaba por allí y se paró para escuchar la canción de repente, comenzó a andar sin ningún problema, ambos quedaron perplejos ante este acontecimiento, pensaban que era un milagro. No sabían por qué había ocurrido, asique fueron a la casa del ciego del pueblo, para ver si la flauta era realmente mágica. El pastor tocó de nuevo la melodía:
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
Y de nuevo, volvió a ocurrir un milagro, el ciego podía ver, todos estaban asombrados, y maravillados con la flauta.
Rápidamente se corrió la voz de que existía una flauta mágica que curaba a la gente, y esto llegó a oídos del rey, quien hizo que trajeran al pastorcillo para ver si eso era cierto, pues si él se curaba definitivamente, sería una flauta mágica de verdad.
El pastor llegó al palacio, y el rey le pidió que por favor tocara la melodía una vez más.
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
El rey se quedó helado, le había parecido escuchar la voz de su hijo pequeño saliendo de la flauta. El rey se sintió bien, no se encontraba enfermo, estaba curado.
Uno de los hermanos arrebató la flauta al pastor, diciendo que todo era una farsa, y se dispuso a tocarla:
"Hermanito, hermanito no me dejes de tocar,
porque tú me mataste por la flor de la lila".
El rey completamente se dio cuenta de todo lo que había ocurrido, y desolado pidió al pastor que lo llevara al sitio donde se encontraba la tumba de su hijo. El pastor obedeció y condujo al rey hasta el lugar. Cuando se hallaban ante ella tocaron de nuevo la canción:
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
Y apareció una viejecita miserable, un hada, que con su varita mágica hizo aparecer de la tierra al hijo pequeño vivo. El rey, llorando, abrazó a su hijo menor y desterró para siempre a sus dos hijos mayores.
El rey, que ya lo había intentado todo, mandó al mayor de sus tres hijos en busca de esta flor, pues era su única esperanza. El hijo mayor cogió comida y bebida, se montó en un caballo y marchó. Después de varios días de cabalgar sin parar el hijo mayor se encontró con una viejecita miserable por el camino, y decidió parar a preguntar:
- ¡Oye, vieja!- dijo el hijo mayor.- ¿Tú no sabrás dónde puedo encontrar la flor de la lila?.
- ¡Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- contestó la anciana.
- ¡No!- gritó el hijo mayor y se alejó cabalgando.
Pasaban las semanas y el hijo mayor no regresaba, entonces con mucha pena el rey mandó a su hijo mediano a la búsqueda de la mágica flor. El hijo mediano cogió comida y bebida, se montó en un caballo y partió. Después de varios días de cabalgar sin parar el hijo mediano se encontró con una viejecita miserable por el camino, y pensó que sería buena idea parar y preguntar:
- ¡Buenas viejecita! Ando en busca de la flor de la lila, ¿me podrías ayudar?- preguntó el hijo mediano.
- ¡ Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- contestó la vieja.
- ¡No, me queda poca y es para mí!- dijo el hijo mediano mientras se alejaba.
Continuaron pasando las semanas sin noticias de los hijos mayores y el rey empeoró; entonces, muy disgustado, envió en busca de la flor al único hijo que le quedaba, el pequeño. El hijo pequeño cogió comida y bebida, subió en un caballo y se puso en marcha. Cuando llevaba varios días cabalgando se encontró en el camino con una miserable anciana y se paró a preguntar:
- ¡Buenos días! Mi padre está muy enfermo y ando buscando la flor de la lila, ¿podría ayudarme?.- preguntó el hijo pequeño.
- ¡Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- dijo la miserable anciana.
- Tengo agua, un poco de pan, un poco de queso y algo de carne, pero lo puedo compartir contigo.- contestó el pequeño hijo del rey.
Se sentaron juntos y compartieron todos los alimentos. Entonces la anciana le contó al niño que debía de seguir cabalgando por varios días hasta encontrar una gran cascada en la cima de la montaña. Bajo la cascada, detrás de la cortina de agua se hallaba la flor que buscaba. El hijo pequeño escuchó todo lo que le dijo la anciana y emprendió la marcha.
Al cabo de varios días, el hijo menor, encontró la cascada, trabajando muy duro, e intentando no caer al agua, consiguió la flor y muy contento se puso de regreso a casa, cuando por el camino se encontró con sus dos hermanos:
- ¡Mirad hermanos, mirad! ¡La he conseguido, he conseguido la flor!- gritaba de ilusión el hermano menor. Pero sus hermanos mayores, celosos de que el más pequeño hubiese conseguido la flor, y llenos de rabia y de odio arremetieron contra él, y uno de ellos en la pelea lo mató. Y entre los dos, con unas cañas que había en el camino lo enterraron. Volvieron a casa con la flor y el padre mejoró.
Un pastorcito que paseaba tranquilamente por allí se sentó junto a las cañas y tuvo la idea de hacer una flauta. Una vez acabada se dispuso a tocarla, y … al acercarse la flauta a la boca ésta empezó a entonar:
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
El pastor llegó al pueblo sin parar de tocar la melodía. Y comprobó que tenía propiedades curativas … pues un cojo que paseaba por allí y se paró para escuchar la canción de repente, comenzó a andar sin ningún problema, ambos quedaron perplejos ante este acontecimiento, pensaban que era un milagro. No sabían por qué había ocurrido, asique fueron a la casa del ciego del pueblo, para ver si la flauta era realmente mágica. El pastor tocó de nuevo la melodía:
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
Y de nuevo, volvió a ocurrir un milagro, el ciego podía ver, todos estaban asombrados, y maravillados con la flauta.
Rápidamente se corrió la voz de que existía una flauta mágica que curaba a la gente, y esto llegó a oídos del rey, quien hizo que trajeran al pastorcillo para ver si eso era cierto, pues si él se curaba definitivamente, sería una flauta mágica de verdad.
El pastor llegó al palacio, y el rey le pidió que por favor tocara la melodía una vez más.
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
El rey se quedó helado, le había parecido escuchar la voz de su hijo pequeño saliendo de la flauta. El rey se sintió bien, no se encontraba enfermo, estaba curado.
Uno de los hermanos arrebató la flauta al pastor, diciendo que todo era una farsa, y se dispuso a tocarla:
"Hermanito, hermanito no me dejes de tocar,
porque tú me mataste por la flor de la lila".
El rey completamente se dio cuenta de todo lo que había ocurrido, y desolado pidió al pastor que lo llevara al sitio donde se encontraba la tumba de su hijo. El pastor obedeció y condujo al rey hasta el lugar. Cuando se hallaban ante ella tocaron de nuevo la canción:
"Pastorcillo, pastorcillo no me dejes de tocar,
que mi hermano me mató por la flor de la lila"
Y apareció una viejecita miserable, un hada, que con su varita mágica hizo aparecer de la tierra al hijo pequeño vivo. El rey, llorando, abrazó a su hijo menor y desterró para siempre a sus dos hijos mayores.
domingo, 20 de mayo de 2018
CLASES DE NOVELA EN EL RENACIMIENTO
CLASES DE NOVELA EN EL RENACIMIENTO:
·
IDEALISTAS:
LOS PERSONAJES ESTÁN IDEALIZADOS. PRESENTAN UN MUNDO IDEALIZADO O DE FICCIÓN.
·
REALISTAS:
PRETENDEN REFLEJAR LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS DEL MUNDO REAL : “EL LAZARILLO
DE TORMES”
CLASES DE NOVELAS DE
FICCIÓN:
|
TEMAS
|
PERSONAJES
|
ACCIÓN
|
|
PASTORIL
|
AMOROSO
|
PASTORES
|
POCA
|
NATURALEZA IDEALIZADA
|
BIZANTINA
|
AMOROSO
|
PAREJA DE ENAMORADOS
|
AVENTURAS
|
AL FINAL SE REENCUENTRAN
|
CABALLERÍAS
(AMADÍS DE GAULA)
|
AVENTURAS DEL CABALLERO
|
CABALLERO
ANDANTE
|
MUCHA
|
VA POR EL MUNDO VIVIENDO
AVENTURAS
|
MORISCA
|
LUCHAS EN LA FRONTERA
|
MUSULMANES
Y CRISTIANOS
|
GUERRA EN LA FRONTERA
|
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